POZO DE

LA NIEVE

En las cercanías del Santuario de Nuestra Señora de Gracia, Biar alberga un fascinante vestigio del pasado: el Pozo de la Nieve, también conocido como nevero. Este monumento, construido en el siglo XVIII, es un impresionante ejemplo de la ingeniería tradicional, diseñado en mampostería y argamasa. Su estructura circular, coronada por una cubierta semiesférica, alcanza una profundidad de 9 metros.

Durante el invierno, la nieve recolectada en las montañas se almacenaba meticulosamente en el interior del pozo. En los meses de verano, esta nieve se utilizaba para crear refrescantes sorbetes y bebidas, tratar fiebres y conservar alimentos,  desempeñando un papel crucial en la vida cotidiana de la época. El pozo no solo abastecía a la población local, sino que también permitía la venta de excedentes a las comunidades vecinas. Excavado en terreno calizo, sus paredes exteriores están hechas de mampostería de piedra calcárea unida con mortero, con una cubierta que comienza a pocos centímetros del suelo. Su capacidad total es de 570 metros cúbicos.

Las primeras referencias documentadas del Pozo de la Nieve datan del siglo XVIII, y estuvo en uso, con ciertas interrupciones, hasta el siglo XIX, cuando la producción industrial de hielo lo dejó obsoleto.

En 1984, el pozo fue objeto de una significativa reconstrucción que alteró considerablemente su aspecto original. Antes de esta intervención, el muro interior estaba enlucido con mortero, tenía una puerta orientada al norte y una ventana al sur. La restauración fue integral, reconstruyéndose la cubierta con nueva mampostería y adaptando el interior para funcionar como sala de exposiciones.

CATÁLOGO DE BIENES Y ESPACIOS PROTEGIDOS DE BIAR

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