EL SANTUARIO

DE BIAR

El Santuario de Biar es una joya arquitectónica que encierra siglos de historia y arte en cada rincón.
Consta de tres naves, con la central cubierta por bóvedas de crucería adornadas con estucos y frescos. Las nervaduras de estas bóvedas destacan por sus claves, que muestran el sol, el escudo de Biar y el escudo de Aragón. Las naves laterales, por su parte, forman capillas cubiertas con cúpulas ciegas sobre pechinas, creando un ambiente de recogimiento y solemnidad.

El presbiterio, de forma rectangular, se eleva majestuoso por tres escalones de mármol blanco y está delimitado por una elegante barandilla de hierro. El pavimento hidráulico de colores, típico de principios del siglo XX, junto con la amplitud del espacio interior, ofrece una sensación de grandeza y armonía.

La decoración del santuario es principalmente de estilo neoclásico, destacando en el crucero las cuatro pechinas con frescos de notable valor artístico, realizados por Tomás Belando en 1757. La portada, de estilo rococó, añade un toque de sofisticación y delicadeza a la fachada del edificio.

Como es habitual en los santuarios marianos de la región, el altar cuenta con un camarín que, junto con el trasaltar, forma un espacio aislado y sagrado donde se alberga la imagen de la Virgen. Esta pieza, obra del escultor valenciano Juan Estellés, se distingue por sus ornamentos y bajorrelieves de escayola con ribetes dorados, de gusto francés y ligeramente modernistas. Esta delicada obra se llevó a cabo gracias a la voluntad testamentaria de las hermanas Margarita, Mª Gracia y Cristina Candela i Crespo, quienes colocaron la primera piedra el 1 de marzo de 1915.

Las obras de infraestructura fueron realizadas por albañiles locales bajo la dirección del ermitaño D. Remigio García. La ornamentación interior estuvo a cargo del prestigioso artista valenciano D. Juan Estellés, mientras que los mármoles del zócalo fueron suministrados por los talleres de Miguel E. Nebot, de Monóvar, con la colaboración del destacado artista Julio Sentis Testón.

Anexada al santuario, se encuentra la vivienda del ermitaño y, junto a ella, la Hospedería, que durante años fue residencia de los Capuchinos Franciscanos, una orden religiosa que dejó una huella profunda en Biar durante 321 años.

CATÁLOGO DE BIENES Y ESPACIOS PROTEGIDOS DE BIAR

Consulta la ficha oficial del Santuario de Biar en nuestro catálogo de Bienes y Espacios Protegidos

Scroll al inicio